jueves, 31 de marzo de 2011

Loja II

Me estafaron, una vez más. Y digo una vez más porque hace poco pagué por montar una lancha maltrecha, que llevaba un jardín de infantes completo, con la promesa de que observaría ballenas jorobadas apareándose (sólo a eso vienen al Ecuador: a aparearse. Estas aguas deben ser, para ellas, algo así como un paraíso afrodisiaco), y tuve que conformarme con verlas saltar pero desde mi dormitorio, gracias al Discovery Chanel.

La primera gran mentira es decir que Loja tiene el mejor clima del país. A mí, al menos, me recibió con una lluvia apocalíptica y un frío glaciar. Debe tener el peor alcantarillado del país: bastaron unos pocos minutos para que toda la ciudad se convirtiera en un río.

Y en un río sucio, lo que es peor. Eso desmiente otro de los mitos, la segunda gran mentira: que esta es la ciudad más limpia del mundo. Botellas vacías que seguían el veloz ritmo de la corriente, cáscaras de frutas, fundas de cachitos picantes y hasta restos de lo que un día fue un cuy. Señores de Vachagnon, pilas, podrían hacer negocio en estas tierras, lo prometo.

Llegué al hotel, pronuncié mis datos en la recepción, con esa velocidad Ferrari digna de nosotros los costeños, pero fue en vano. Ni yo pude entender a la recepcionista nativa ni ella a mí. Lo que sigue, es un intento de diálogo:

-Su nombrEEEEE, por favor.

-Arturocervante(s)

-¿AlbertOOOO CedeñOOOO?

-A-R-T-U-R-O - C-E-R-V-A-N-T-E-S

-Su númerOOO de cédulAAA.

-0920….

-¿Escribirlo, podría, mejor, por favor?

-Sí, me quiero inscribir. Gracias.

-No, ESCRIBIR, quise decir, si podría, su número de cédula.

-…

Lojanos: seres que anteponen los verbos antes de los sujetos. Es como si lo obligaran a uno a ejecutar las acciones con los ojos vendados, sin saber, primero, de qué se trata la cosa. No arrastran las “rr”: las barren, las trapean y luego las dejan brillantes, relucientes. Todos, sin excepción, tienen acento de tenores de una vieja ópera parisina. No hablan, cantan. Venir a Loja, equivale a presenciar un musical de Tim Burtom. ¿Los lojanos tienen la mejor pronunciación del mundo? Next.

By Arturo Cervantes with 5 comments

5 comentarios:

Soy lojano y esto me parece una burla de muy mal gusto por tratarse de una verdad sesgada. Por supuesto que la ciudad ya no vive su época de esplendor, que experimentó durante la alcaldía de José Bolívar Castillo (llamado por todos nosotros de cariño "El Chato") pero eso es por culpa de la mala administración que actualmente perjudica a nuestra amada ciudad. Bailón, actual alcalde, ha perjudicado y opacado la rica historia cultural de Loja. A pesar de todo, este rincón del país aún posee una de las tasas de analfabetismo más bajas del Ecuador. Nada de eso menciona en su nota, usted solo ve lo malo. Si se atreve a atentar contra la soberanía de una ciudad que no le pertenece, critícandola de esa manera, le recomiendo que primero se informe, que es tarea de los periodistas como usted.
Atentamente,
Enrique Ordoñez

Anónimo:
Con este post ya acaba la era Loja.

Estimado Enrique Ordoñez:
Este blog, sobretodo, es un estado de ánimo. O las impresiones de una persona común y corriente, no las de un periodista con todas las de ley (eso no quiere decir, claro, que deje de narrar cosas reales, que en verdad me suceden). No es, para nada, una enciclopedia o un libro de historia. Sitios en la web que ofrecen esos servicios hay muchos. Este espacio, lamentablemente, es mi parque de diversiones. No pretende, en lo absoluto, ser un sitio serio (salvo ciertas crónicas o ensayos).

Discúlpeme por haber "atentado contra la soberanía" de su ciudad. Aceptaré cualquier destierro o señalamiento como "persona no grata".

Muy atentamente,

Arturo C.

En si por ese año la ciudad de Loja estaba a cargo de un alcalde (Jorge Bailón) que totalmente no sabia como mantener el orden en una ciudad, pero muy a parte de como lo atendieron es cuestión de como, me parece que si no lo trataron bien mucho tenía que ver con su manera de tratar.
Atentamente
Cristian Herrera.

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